viernes, 17 de octubre de 2014

ESTUDIOS BÍBLICOS ELA: ¿LISTOS PARA EL REY? (MATEO)


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Mas Que Religioso

Mateo 5:1–7:29

A través de la historia siempre ha habido personas moralistas. Son buena gente y “no hacen daño a nadie”. Muchas de ellas se han propuesto vivir conforme a los diez mandamietitos. A tales personas cuesta mucho trabajo presentarles a Jesucristo porque consideran que han vivido bien y no lo necesitan. Estos individuos se unen al joven rico que le dijo al Señor: “Todo esto lo he guardado desde mi juventud”(19:20).

En la multitud que vió la evidencia que Jesús es el Mesías (1–4) y que le seguía (4:23–25), habían varías personas que manifestaban esta actitud. Al seguirle, escucharon con mucho cuidado sus Palabras.

Tenían un interrogante mayor en sus mentes: Si el Rey había venido y el reino ya iba a empezar, ¿Podrían participar? El joven rico expresa lo que pensaban: “¿Qué más me falta?” ¿Cuáles eran los requisitos para entrar al reino? Jesús da la respuesta a esta pregunta de varias perspectivas distintas en el Sermón del Monte (5:1–7:29).

SU DESCRIPCION DE LOS ACEPTADOS 5:1–16

Su Carácter Piadoso 5:1–12

Las bienaventuranzas describen la clase de personas que participarán en el reino. Son las mismas que gozarán de la verdadera prosperidad y contentamiento. La esencia de la descripción demuestra que no son quienes cumplan con todos los ritos establecidos y que presenten una gran manifestación pública de su religión quienes entrarán al reino de Dios. La entrada al reino se basa en un carácter piadoso interno.

LA ENTRADA AL REINO DE DIOS

NO SE BASA EN RITOS

EXTERNOS PUBLICADOS

SINO EN EL CARACTER

INTERNO TRANSFORMADO

Quienes están contentos de las condiciones como están ahora en el mundo, no estarán muy felices en el reino venidero. Al contrario, quienes ahora sufren y lloran por causa de la justicia, pueden estar seguros que habrá una recompensa justa en el futuro. Experimentarán la bendición de Dios en el reino.

¡PENSEMOS!
Se observan ocho características de la gente verdaderamente feliz. Haga una lista de ellas y sus resultados correspondientes. Evalúe su propia experiencia. ¿Se manifiestan estas condiciones en su vida? ¿Está experimentando estas bendiciones prometidas? Señale una área en su vida donde considere que Dios quiere transformar su vida. Defina algunos pasos que podría tomar para lograr el cambio deseado. Pídale a Dios Su ayuda para poder realizarlo.

Su Influencia Penetrante 5:13–16

Quienes quisieran entrar en el reino de Dios deben tener una influencia penetrante en el lugar donde les ha colocado. Como la sal, deben crear una sed para Dios por medio de sus vidas transformadas (5:13). Como la luz, deben revelar la naturaleza de Dios en medio de la oscuridad en derredor (5:14–16).

LOS QUE ENTRAN AL REINO SE DAN A CONOCER

POR SU INFLUENCIA PENETRANTE EN EL

MUNDO

¡PENSEMOS!
¿Cómo está nuestra influencia con los vecinos? ¿Estamos creando una sed para Dios en nuestra sociedad por el estilo de vida distinta que manifestamos? ¿Se está revelando la luz de la naturaleza de Dios en medio del mundo oscuro en el cual vivimos por medio de nuestra vida? Evalúe la influencia de su iglesia en su pueblo. ¿Qué podrían hacer para mejorar esta influencia?

SU RELACION CON LOS RELIGIOSOS 5:17–7:6

Jesús y la Ley 5:17–20

Después de terminar Su resumen de la descripción de quienes entrarían al reino, Jesús hace una referencia a los que todo el mundo suponía que se incluirían: los líderes religiosos del pueblo (5:17–7:6). Debido a que esta discusión tiene que introducir un conflicto acerca de la ley, Jesús define el marco dentro del cual la discusión de la ley tiene que presentarse (5:17–20).

Por un lado, Cristo aclara que no ha venido para abolir la ley (5:17–19). Cualquier mensaje que dijera que la ley ya no sirve no ha venido de El. Vino a cumplir la ley; no a destruirla. Vino para hacer posible el cumplimiento de lo que la ley exige.

Al otro lado, aunque es cierto que tienen que cumplirse las exigencias de la ley, ningún hombre las puede cumplir. Aun no era suficiente la justicia que los fariseos ejercían (5:20). Las prácticas externas nunca podrían satisfacer lo que la ley exigía en el corazón del hombre.

LAS PRACTICAS EXTERNAS DE LA LEY

NUNCA SATISFARAN LAS DEMANDAS DE DIOS

¡DIOS EXIGE MAS QUE LA JUSTICIA DE

LOS FARISEOS!

Su Rechazo de las Tradiciones de los Fariseos 5:21–48

Habiendo definido este marco principal de la discusión acerca de la ley, Jesús demuestra específicamente porqué no son suficientes las ordenanzas detalladas de los fariseos. Se jactaban de cumplir fielmente la ley. Se suponía que las tradiciones eran la autoridad absoluta en cuanto a lo que Dios esperaba de Su pueblo.

Jesús demostró que sus tradiciones no llegaban al blanco. Habían puesto todo el énfasis en las regulaciones detalladas pero no cumplían con el espíritu de la ley. No se fijaban en lo que la ley realmente exigía. Por eso, Jesús rechaza sus tradiciones y aclara la naturaleza de las exigencias de Dios.

Acerca del asesinato 5:21–26

En cuanto a la ley del homicidio, Jesús demuestra que la prohibición del acto físico del asesinato no es suficiente (5:21–26). La ley de Dios incluye la actitud del corazón hacia los demás. Si odian a alguna persona, su actitud es equivalente al homicidio, aunque las restricciones sociales no les permiten llevar a cabo su deseo. Esta actitud tiene que resolverse antes de seguir adelante con cualquier rito religioso.

Acerca del adulterio 5:27–30

De la misma manera, el adulterio no se limita a quienes en realidad llevan a cabo el acto. El deseo del corazón es tan significativo como el hecho en sí. Dios quiere que tanto la mente como el cuerpo se mantengan puros y disponibles para Su uso.

Acerca del divorcio 5:31–32

Además, Jesús intenta comunicar una nueva perspectiva en cuanto al divorcio. Aprovecharon una cláusula del Antiguo Testamento, que Dios les dio para proteger a la mujer de los abusos paganos en cuanto a la separación del esposo, como un indicio de la aprobación de la mismo de parte de Dios. Jesús aclara que esto, produce un estado de adulterio y debe evitarse.

Acerca de los votos 5:33–37

Los votos se definen de nuevo conforme a la norma divina. Las tradiciones de los judíos en sí demostraron que eran necesarios por causa de la falta de honradez de la gente. Se utilizan, cuando los hombres ya no tienen confianza el uno del otro. Así que, la norma divina no se revela porque los votos se cumplan, sino por una fama de honradez que elimina la necesidad de ellos. En vez de jurar por cosas sobre las que no tienen ningún control, deben decir la verdad de tal manera que ya no sean necesarios estos juramentos.

Acerca de la venganza 5:38–42

La ley exigió un castigo semejante para recompensar el mal hecho a otros. Esta ley se había convertido, en la práctica judía, en el derecho de venganza de parte de la persona ofendida. Tales actitudes vengativas no reflejaron el propósito de Dios para Su pueblo. Dios sería glorificado por una actitud dispuesta a aceptar el maltrato de parte de otros. Deben manifestar amor para los demás, no importa lo que les hayan hecho.

Acerca del amor para los demás 5:43–48

El principio anterior abre la puerta al último, y el más importante de todos que Jesús quiere que comprendan. El precepto del amor para su prójimo se había convertido en una ley promoviendo las relaciones recíprocas: amar a quienes le aman. Jesús enseña que el amor verdadero no pide ninguna recompensa. El pueblo de Dios debe manifestar un amor distinto: deben amar a sus enemigos también.

Su Rechazo de la Práctica de los Fariseos 6:1–7:6

No sólo rechaza Jesús sus tradiciones; sino también su práctica. La causa mayor de esta repulsa es que su práctica se conforma a las normas humanas; no a las divinas. Su estilo de vida se basa en las apariencias externas, en la búsqueda de algún provecho personal y en una evaluación, según las normas humanas.

Jesús principia con una evaluación de los ritos religiosos (6:1–18). Estos ritos se presentan como un espectáculo público, con el fin de conseguir prestigio personal.

 

 

LOS RITOS HECHOS AL PUBLICO

YA TIENEN SU RECOMPENSA

LAS OBRAS HECHAS PARA HONRAR A DIOS

SERAN RECOMPENSADAS POR DIOS

Acerca de la limosna 6:1–4

Dan limosnas, pero no por causa de su compasión hacia los pobres, sino para que los hombres los vean y los alaben por sus buenas obras. Deben dar en secreto para que su obra de amor sea recompensada por Dios.

Acerca de la oración 6:5–15

Sus oraciones también se presentan para llamar la atención de los hombres, en vez de conversar con su Dios. Deben orar en privado de tal manera que solo Dios se dé cuenta de sus actos. Entonces, podrán ser recompensados adecuadamente.

Tampoco deben emplear las repeticiones vanas de una religión de ritos. Orarán de una manera directa, expresando sus necesidades y deseos. Tales deseos deben ser una reflexión de los de Dios Mismo y de una relación adecuada a Su plan.

Acerca del ayuno 6:16–18

De la misma manera el ayuno no debe practicarse para llamar la atención de los hombres, sino como una expresión de los deseos profundos del corazón del individuo frente a Dios. En este aspecto, tal como en los otros, tenían una práctica equivocada. Su meta estaba mal dirigida.

Acerca de las riquezas 6:19–34

El segundo problema mayor en cuanto a la práctica de los líderes de Israel, se manifiesta en Su corrección acerca de las riquezas. Habían dado una prioridad mayor a la búsqueda de ganancia personal, que al servicio a Dios (6:19–24). Así que, servían a la riqueza, en vez de a Dios.

Cristo les exhortó a dejar de preocuparse por las riquezas y a confiar en Dios (6:25–34). Si dieran la prioridad indicada al servicio de Dios, El se encargaría de lo demás; proveería todo lo que necesitaran.

LA RIQUEZA MATERIAL SE PIERDE

EL TESORO QUE DIOS DA PERDURA

PARA SIEMPRE

Acerca del juicio de los demás 7:1–6

finalmente, Cristo señala el tercer problema en cuanto a la práctica de los líderes religiosos de Israel. Se han dedicado a juzgar a los demás. Deben de haberse preocupado por lo que Dios quisiera lograr en sus propias vidas. En vez de examinarse y corregir sus debilidades, se han justificado y dedicado a atacar a los demás. Quienes quieren participar en el reino de Dios deben purificarse a sí mismos y tratar de ayudar a los demás; no destruirlos.

ES MAS FACIL QUITAR LA PAJA DEL OJO

DE SU HERMANO

DESPUES DE QUITAR LA VIGA DEL SUYO

SU INSTRUCCION PARA LOS ACEPTADOS 7:7–27

La evaluación de los líderes religiosos de Israel ha demostrado claramente que la justicia de los escribas y fariseos no era suficiente para entrar al reino de Dios. Después de terminar este análisis, Cristo presenta la conducta que se espera de quienes lograrán ingresar en el reino. Estas instrucciones no se presentan como requisitos para llegar. Indican el estilo de vida que se observará entre la clase de personas que lograrán hacerlo.

La Importancia de Buscar 7:7–11

La primera característica de quienes entrarán al reino de Dios es que reconozcan la importancia del reino y busquen cómo entrar. La implicación de esta enseñanza es que sus líderes no lo han hecho. Han buscado la ganancia personal en la vida.

La Importancia de Servir a Otros 7:12

La segunda característica se presenta como un resumen de todo lo que la ley y los profetas requieren del pueblo de Dios. Deben servir a los demás, tal como quieren que los demás hagan.

La Importancia de la Puerta Estrecha 7:13–14

En tercer lugar, Jesús les advierte que el camino que lleva al reino no es popular. No es que las grandes multitudes van a seguir. Tendrán que andar en un sendero solitario porque la gran mayoría anda por el camino ancho que lleva a la destrucción. La entrada al reino es por la puerta estrecha.

La Importancia de los Frutos 7:15–23

La cuarta característica de quienes entrarán al reino es que produzcan buen fruto. Muchos dirán que merecen el pase en base a su servicio al Rey. Sin embargo, sus vidas demuestran que no pertenecen a El y que no lo merecen. Serán rechazados.

La Importancia de Poner en Práctica Sus Palabras 7:24–27

Finalmente, quienes entrarán al reino de Dios serán aquellas personas que reconozcan las palabras de Cristo y que las pongan en práctica. Quienes no lo hagan, serán destruidas en el día del juicio.

Debemos tomar nota de nuevo que en estas enseñanzas, Cristo no está presentando los requisitos para entrar al reino. Nadie podría cumplirlas todas al pie de la letra para poder pasar.

A través del sermón, el ingreso al reino se recibe por la fe. Sin embargo, tal fe producirá estas características en la vida de la persona que confía en El de verdad. Por eso, son pruebas válidas para determinar quién pertenece al reino de Dios. Sin la transformación de la vida que el Espíritu de Dios produce, nadie podría vivir esta clase de vida jamás.

LA REACCION DE LA MULTITUD 7:28–29

Al terminar Cristo este mensaje, la gente estaba maravillada por causa de Su enseñanza. Enseño con autoridad de una manera que nunca habían escuchado antes. Los escribas instruyeron como intérpretes de lo que otros habían escrito. No podían hablar con una autoridad definitiva. Aquí estaba el Autor de la Palabra. Sabía exactamente lo que quería decirles. Nunca habían oído una doctrina así. Por eso, la enseñanza única de Jesús se suma a las otras pruebas que es El Mesías. Debemos confiar en El.

¡PENSEMOS!
En el Sermón del Monte se presenta una lista larga de las características de los que entrarán al reino. El Mismo Dios que podía producir tal fruto en el hijo de Dios de esa generación lo puede producir hoy también. Dios todavía quiere ver esta clase de vida en Sus hijos.
Revise las características señaladas en este estudio y evalúe su propia vida a la luz de ellas. ¿Habrá alguna área de su vida en que Dios quiere hacer algún cambio? Al identificar el cambio que Dios quiere producir, pídale Su ayuda para lograrlo. ¿Cuáles pasos debe tomar para hacerlo? ¿Qué podría hacer hoy para empezar?

 

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