sábado, 20 de marzo de 2010

¿ QUIEN ES RESPONSABLE?

Libro de Ezequiel Capitulos 15–19

El pueblo de Israel sequía rebelde ante Dios a pesar de estar en cautiverio y lejos de su país. Ezequiel les mostraba el juicio que aun quedaba por delante. Sin embargo, malinterpretaron la paciencia del Altísimo y tomaron actitudes equivocadas que pronto los llevarían a la muerte.

Su respuesta a la gracia divina era una manifestación de su desprecio hacia el Creador. Por eso, él enviaría el castigo, para enseñarles quién es ese Dios a quien habían ofendido.

Después de describir las abominaciones en la ciudad, Ezequiel presenta una serie de anuncios relacionados con el juicio (Ezequiel 12–19). Para ello, el profeta utiliza varios medios para impresionarlos con la realidad del juicio venidero: señales, sermones, parábolas, una explicación y un lamento. Todo lo hace a fin de llevarles al arrepentimiento.

El el estudio anterior examinamos las señales y sermones que Ezequiel presentó con ese fin. En medio de sus advertencias observamos el optimismo falso que manifestaban al creer que Dios no los juzgaría.

En los siguientes capítulos, Ezequiel sigue advirtiéndoles del peligro del juicio que viene. Para ello, presenta tres parábolas que demuestran la naturaleza de la rebelión de Israel contra su Creador.

¿Cuántas formas usó el profeta para lograr que el pueblo rebelde entendiera? Dios deseaba que su pueblo se diera cuenta de la seriedad de su pecado y el castigo que le vendría para que se arrepintiera. Por eso, Ezequiel explicó el juicio de una manera muy gráfica, para que fuera fácil de entender y muchos se arrepintieran. No obstante, aquel pueblo de “duro rostro y empedernido corazón” no quiso entender.

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