jueves, 6 de noviembre de 2014

PRENDAN LA LUZ-6 DE NOVIEMBRE 2014

NOVIEMBRE
6
Prendan la luz
Lectura bíblica: Efesios 5:8–14
Porque si bien en otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Efesios 5:8
Imagínate que estás recorriendo una galería de retratos. Las luces del salón están prendidas, pero las direccionales que por lo general enfocan los diversos cuadros están apagadas.
Con las luces de la sala puedes ver los marcos de los retratos. Hasta quizá puedas ver algo de los rostros dentro de los marcos. Pero únicamente cuando se prenden las luces direccionales y una luz intensa pega directamente sobre cada cuadro puedes ver todos los detalles, las expresiones faciales, los tonos del cutis y el color de los ojos. Sólo cuando están prendidas las luces direccionales puedes ver a las personas como los artistas tuvieron la intención que las vieras.
Dios hace brillar su luz sobre ti, una luz que muestra quién quería que fueras cuando te creó. Pero antes de poder verte claramente, necesitas saber cómo prender las luces.
Obtienes luz de tres lugares:
Jesucristo es tu primera fuente de luz. Juan dijo que Jesús es “la luz de los hombres” (Juan 1:4). Jesús se refirió a sí mismo como la luz del mundo (ver Juan 8:12). Prendes esta luz cuando aceptas a Cristo como tu Salvador y comienzas una relación personal con él. A medida que tu amistad se afianza por medio del tiempo que pasas con Jesús en oración, ves cada vez con mayor claridad que eres amado, valorado y capaz.
La Palabra de Dios, la Biblia, es otra fuente de luz. David escribió: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105). Cuanto más abres tu mente y corazón a la Palabra de Dios, más luz disfrutas.
Los otros creyentes son una fuente de la luz de Dios. Jesús les dijo a sus seguidores: “Vosotros sois la luz del mundo” (Mateo 5:14). Ser amigo del Hijo de Dios, la Luz, te llena de luz. A medida que tú y tus amigos creyentes comparten mutuamente la luz del Hijo de Dios y de la Palabra de Dios, aumenta tu comprensión de quién eres. Esa es una gran razón por la que la Biblia nos dice: “No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos” (Hebreos 10:25).
Dios quiere que sepas que él hace brillar su luz en tu vida para que puedas ver claramente quién eres: digno de ser amado, valioso y capaz. Cuando te aferres a Jesús, leas tu Biblia y te acerques cada vez más a otros creyentes, la luz de Dios brillará en tu vida. Adelante, ¡prende la luz!
PARA DIALOGAR: ¿Quieres ver con más claridad quién eres a los ojos de Dios? ¿De qué manera te ayuda él a recibir la luz?
PARA ORAR: Señor, inúndanos de luz al leer tu Palabra y aumenta nuestra amistad contigo y con los tuyos.
PARA HACER: Escoge una buena costumbre para tratar de adquirir, hablar con Dios, leer la Palabra o pasar el tiempo con amigos creyentes.
McDowell, Josh. Johnson, Kevin: Devocionales Para La Familia : McDowell, Josh. El Paso, Texas, EE. UU. de A. : Editorial Mundo Hispano, 2005, S. 6 de noviembre

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