jueves, 23 de octubre de 2014

LA ENTRADA DEL PECADO

LA ENTRADA DEL PECADO

Génesis 3:1–24

La Biblia no se ocupa del origen del pecado sino de su introducción.

Sólo habla de un querubín lleno de sabiduría y belleza. (Ez. 28:12-15).

Un ser semejante al Altísimo que no cayó solo del cielo. (Is. 14:12-14).

Su nombre original era LUCIFER que significa, “luz de la mañana”.

Ahora es “serpiente”, que engaña; “Diablo” que calumnia, y “Satán” adversario.

Aquí tenemos sus agencias: Carne, Mundo y Satanás. (1 Jn. 2:16).

I.     LA TRIPLE ASTUCIA DEL DIABLO

1.     Como “serpiente” siempre insinúa dudas de lo que Dios dijo. (1)

2.     Como “diablo” calumnia acerca del castigo del pecado. (4)

3.     Como “satanás” ofrece deseable galardón, “seréis como Dios” (5)

Primero, quiere poner en duda la autoridad de la palabra de Dios.

Segundo, insinúa que si Dios es amor no tiene por qué negarles nada.

Tercero, que se convenzan de que la elevación humana es por esfuerzo propio.

No podemos negar que este infernal sistema continúa hasta hoy.

II.     LA TRIPLE RED DEL DIABLO

Para el cuerpo, “bueno para comer”, apetito del hombre natural.

Para el alma, “agradable a los ojos”, sentido estético de la vida.

Para el espíritu, “alcanzar la sabiduría” siendo como Dios (6)

En la tentación del Señor, (Mat. 4:3-9), se hallan las mismas redes.

Al dicho de Dios incredulidad y al hombre engaño y vanidad espiritual.

III.     EL TRIPLE RESULTADO DE OBEDECER AL DIABLO

Primero, sintieron vergüenza (7). El pecado les fue como una sombra.

Segundo, tuvieron miedo. Es el resultado de la falta de confianza.

Tercero, se escondieron (8). El que hace lo malo aborrece la luz. (Jn. 3:20).

Conocieron el mal sin poderlo evitar y el bien sin poderlo alcanzar.

Saber lo que soy no puede salvarme. Saber lo que es Dios sí. (Jn. 17:3).

IV.     TRIPLE CONSIDERACION PARA LIBRARNOS DEL DIABLO

1.     Que el hombre tiene libre albedrío, puede escoger el bien y el mal.

2.     Que el hombre es responsable y tendrá que rendir cuentas. (Heb. 9:27-28).

3.     Que el hombre es débil dejándose llevar por el poder del mal.

Esencia del pecado es obrar según la voluntad humana aparte de Dios.

El hombre es cobarde no queriendo admitir que es un pecador.

En v. 21, hay una referencia a la muerte de Cristo. (Is. 61:10).

Campderros, Daniel: Bosquejos Biblicos : Tomo I. El Paso : Casa Bautista de Publicaciones, 2003, S. 16

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